martes, 28 de julio de 2009

Oro

miasma del sol
calida, dorada

he venido a sanar
con este calor de invierno
el dolor de ciertas cosas
que no puedo abrazar
tan solo querer
añorar

la ciudad
desde este techo
no pareciera contener millones
de egos, mentiras, guerras, llantos, abandonos

en este momento
mágico
paseo de ciertos dioses
la ciudad respira
con otros pulmones

y a ratos
veo estas bellezas
desde tan lejos

me siento en casa
siendo ajeno
me siento ajeno
estando en casa

camino por las calles
un amigo
una lata de cerveza
tal vez un pucho

el frío
la noche


donde mierda estoy
que mierda estoy haciendo


he de suponer
como salvación
que queda mucho aun
por recorrer

que quedan otros labios
por besar

tantas canciones
por componer

he de suponer incluso
tal vez porque amo al cielo
al sol, al viento
porque les creo


que incluso
me da este corazón

para volver a amar
otras pieles
otros ojos

y volverlos
a perder


yo ya no me creo mucho
pero
nunca entendí muy bien
ni entiendo

a mi corazón

que insiste
al filtrar la ventana
la luz de un nuevo cielo

en latir

una

y otra

y otra

vez

miércoles, 22 de julio de 2009

Momento II

me pregunto primero
luego decido meditar
sentado en un rincón
del sofá

un rayo de luz
logra vencer la bóveda
de las nubes
para atravesar el tragaluz
y sesgado
resplandece sobre la mesa


partículas

relativamente diminutas
antes invisibles a mis ojos
se atraen y repelen
formando infinitas
constelaciones pasajeras


brilla entonces la casa
blanca, de madera
de vidrio, de lata
de parrilla y balcón
sin paredes

sin ti


es un fulgor ajeno
tan lejano

acaso tratando
de mostrarme algo


gracias
muchas gracias
sol querido

pero ahora
no estoy de ánimos

nos veremos tal vez
al atardecer

Testimonio parcial

a mis veinticinco años
he vivido cosas asombrosas

he visto dos arco iris
remontar un mismo cielo

he visto la muerte de una mosca
de manos de una araña

he oído el canto
del águila y el rugir del león

he sentido la euforia
del amor correspondido

he oído también
el llanto vacío del desamor

he visto el sol
desde el interior de una ola

he visto a las nubes
incendiarse en el arrebol

he besado con mi piel
otras pieles

y he tocado con mis ojos
el alma de la mujer

he visto y oído caer al rayo
estallar el trueno y el fulgor del relámpago

he visto hacerse de día
en plena oscuridad

he olido el perfume
de las hormonas del amor

he escuchado al viento conversar
traer noticias desde el mar a los árboles

he sentido el placer el orgasmo
y he podido regalarlo también

he vivido la pena de la muerte
he vivido el abandono del amor

he visto el cuerpo de la mujer desnuda
lo he acariciado y besado

he estado ebrio hasta la inconciencia
he podido en sueños volar

he nadado kilómetros en las aguas
he cruzado ríos braceando

he escalado montañas
para ver la herida de la ciudad

he escuchado y visto
a dioses en el lago y en el bosque

he estado a punto e caerme
de cabeza a las estrellas

ha tocado mi hombro un fantasma
he visto fantasmas caminar

he logrado con la mente
vencer enfermedades

he saltado de roca en roca
sobre acantilados en el mar

he sentido la sobrecogedora alegría
de la amistad

y el dolor sin consuelo
de la traición


muchas cosas asombrosas
he vivido

juzgue como quiera
cada cual


pero una cosa he vivido
más asombrosa y bella
que cualquiera


he abierto mis ojos

y he visto salir al sol

en tu mirada

martes, 21 de julio de 2009

Tarde

que se reviente
revienta
revienta!

cielo gris
morado gordo
obeso y frío

traca traca traca
sobre el zinc
sobre las planchas

no sobre mi

de niño me mojaba hasta los huesos

era feliz!

Tangram

pude armar todo
un zorro
una ballena
una escalera
una gaviota


pero

este rompezabezas
no puede lograr
sinestecia alguna
entre las figuras
y tu mirada


rompecabezas
rompecabezas

rompecorazones!


de todos modos
ordena un poco
mi pensamiento

divierte a mi tristeza

no tiene género
la belleza

Método poético

contemplo:



un frío condensa

una humedad

y por el canal de una hoja

se forma la gota

que caerá


cae

sobre la superficie

de un lago

suena un salpicar



se abren entonces los ojos

a otra realidad

y el agua del cuerpo


siente aun las ondas

circulares

circular

Sálvame poesía...

o mátame un poco más

de todas formas uno
ya es hombre muerto

antes de comenzar

Momento

brrrrrrrr
el ronroneo

de dos gatos
aun bebés

estigia
que es flaca e incontrolable
no muy perspicaz
corre y grita
cuando bajo las escaleras

no le gusta que me vaya
ni al trabajo
ni a carretear

corre y salta al sofá y luego
a la baranda de la escalera

grita de nuevo y entonces
yo la sorprendo
y riendo
le doy un beso

mono mira de lejos
con su cola pequeñita
siempre más calculador
más pensativo

pero igual no se resiste
e imita el proceder de su hermana
también lo beso
aunque no les guste

jaja que risa instantánea
en los primeros peldaños
antes de bajar

igual e instantáneo el llanto
que me enchufa el atisbo
de un recuerdo
en mi memoria

una voz muy dulce
que también se acerca
a despedirse
con otros labios
aun más dulces



dos vueltas a la llave
mitigan un tanto
los setimientos



y otro día desconocido


que vuelve a comenzar

Despedida con promesa

café batido
con crema

mucha crema y mucho café

marraqueta fresquita
crujiente
con queso e' cabra
aceite oliva
tomate y oregano

otra con paté


y agarro el sobrecito
ese del tabaquito

y aunque desprolijo
me armo un puchito

sopla un viento raudo
suenan las planchas
en el balcón

me asomo y el cielo fuego
que belleza
el arrebol

subamos juntos al techo!
mono, estigia
(los gatos guaguas)
que el día se nos va

menos mal que esta belleza
de cada día
al llegar la tarde
siempre volverá

lunes, 20 de julio de 2009

5 minutos

la nariz llorando
en un papel

dos gatos jugando
botan una planta

los puteo y espanto
barro el desastre

un vaso con agua lleno
riego las plantas

abro el refrigerador
un pan con ave pimentón

sacar la basura
limpiar antes de dormir
la arena de estigia y mono

mirar el techo
anhelar más horas
de descanso

bajar dos escaleras
atravesar dos puertas

la noche en completo silencio
se apura

subo dos escaleras
estoy en la casa

vuelvo a llorar la nariz
en un papel

y también lo hacen los ojos

los gatos ronronean
en mis muslos

mono me mira
por qué a los ojos?

estigia maulla
no se por qué

ellos tampoco
supongo

sabrán porque
mi llanto

son las 2:30 AM

y la pesa dijo
que peso 70

por qué todos dicen entonces
que estoy más flaco?

sábado, 18 de julio de 2009

Póesis

Escrito orginalmente el 22 de septiembre de 2007


Mas los autos que peatones. El frío me obliga a calentar y apuro el paso. La soledad y la oscuridad me entregan ánimos y salto y me divierto. Intento volar un par de veces y casi lo logro. Subo corriendo y salto más de lo que puedo. Bajo corriendo los pastos mojados y cruzo Tobalaba y salto a los autos. Llego y el cruce se vacía unos instantes y desde su centro a-direccional soy el mas MÁS de la noche. Vienen caravanas encendidas; me salgo y sigo bajo el follaje urbano sin luz junto al canal que acecha sedicioso. No me escondo y orino el maicillo y luego me alegro del frío que me mantiene en movimiento. Transantiago no pasa y como una pasa yo si me quedo en el paradero. No paradearé mejor seré un movedero. Así que voy de aquí para allá alegre mensajero de los secretos de la noche. Un amable y desvergonzado misterio, que no tiene mañana ni ayer, tan solo un instante pasajero.

Se agradece saber que mi deber es pequeñito, y que mi necesidad una mentira. La vida un laberinto de espejos; te ves al revés.

El otro no tiene lo que quieres, ni es lo que no sos.
¿Será cierto lo que nos dice incesante, nuestro cancerbero “yo”?

Ciclos

Escrito originalmente el
25 de abril del 2006;
pero vivido nuevamente.

En otro en torno,
ya sin lo perros:
un remake.



Me paré de la silla rápidamente. De un salto, convencido de que me volvería loco -¡Esta vez sí que sí!- me dije. Salgo a caminar. Pesco las llaves, me las hecho al bolsillo. Cierro la puerta con cuidado, pues están todos dormidos hace rato. Hecho un vistazo al cielo morado, mientras camino de memoria por la oscuridad del adusto antejardín. Así llego al portón, que se abre desde afuera con un cordel, sin llave. Y salen ellos corriendo. Mis perros. Y voy yo con ellos, con mis perros, para creerme perro. Así como el poema que escribí justo antes de salir... ¿Poema? da igual.

Comí una tortafrita con manjar antes del paseo, de las que hace mi viejo.

Para el camino cogí una banana del escuálido frutero ¡Como me gustan las bananas! Me encanta y fascina su bondad y perfección. La fruta predilecta. Viene envuelta y con “abre-fácil”, no te ensucia los dedos, esta llena de carne, no tiene pepas ni nada que fastidie, salvo ese concho oscuro que está al final. No es problema, pues la cáscara, al ser completamente removida para terminar con toda la parte comestible, se encarga de eliminarlo. Creo que es hora de tener un amor banana para mí…

Bueno, así iba yo. Caminando. Pensando en el afrentoso desatino que es comparar el amor con una banana. Peor aun: desearlo. Me sentí penoso y absurdo.

Mis perros corrían de aquí para allá ansiosos y animados ante la soledad de la noche. La misma noche que a mi me consumía de pena y lucidez. Había que marcar todos los territorios posibles: cagar por aquí y por allá y mearlo todo. Esa era la consigna todas las noches. El Kiper levantando la pata apresurado, y la Meche abriendo las ancas y acercando la panza contra el piso. Así todo el rato. Toda la caminata. Un par de veces levantan la cabeza para cerciorarse de que estoy a la vista. Estar seguros de que los acompaño y que no he cambiado de rumbo. Entonces, si están muy alegres y agradecidos, vienen corriendo y me saltan echándome todo su peso encima, ensuciándome la ropa y fastidiándome. Pareciera que quieren animarme, y de paso, que le meta mas chala a mi caminar. Que irrespetuosos que son con mi desdicha. No puedo evitar soltar una risa. Y la puteada que les hecho sale más falsa que mis intentos por disimular mi pena. No me pescan entonces, y se van a corretear las vacías plazas y veredas. Muertos de la risa.

La banana se acabó ya, y su cubierta pasó a formar parte ya de la sombra eterna que mantiene por allí una tupida ligustrina. Es que si nadie la ve no es basura, es mas bien un elemento natural que vuelve a la tierra para transmutar en quien sabe que organismos y elementos.

Llego a la esquina. La noche moja naranja el pavimento y la plaza. Trato de recordar el nombre que tienen las luces de los postes. Recuerdo cuando Felipe me contó que la luz naranja que usaba en su closet para hacer crecer como robles sus marihuanas, era la misma que se usaba para iluminar la mayoría de las calles de Santiago. Alguna wea con sodio… no recuerdo bien.

José Arrieta estaba completamente vacía. No pasaban ya ni transantiagos ni nada. En total no paso más que una patrulla, cuyos verdes ocupantes, de lejos, me dejaron ver sus vacilantes miradas. Amonestadoras. Y no dudo en mirarlos a los ojos con los míos llenos de esplín. Debe molestarles allí mi presencia. Pues, no voy apurado, no tengo prisa ni frío. La noche no esta hecha para caminar. Menos en un lugar como en el que vivo. Aquí no hay más que casas y supermercados. Soy sin duda un atípico sospechoso. La curiosidad que despierto en sus adormiladas caras no da para realizar las pesquisas de rigurosidad.

Sigo mi camino. Llego hasta la fuente de la villa Grimaldi. La fuente que se quedó fuera del recinto. Ahora la villa se llama parque por la paz.

Allí siempre me siento un rato. Si estoy muy triste me fumo un cigarrillo. Pero la verdad es que detesto el tabaco con alquitrán. Es más bien un símbolo de mi deseo de esfumarme como aquel humo que sale por mis narices y mi boca. Quizás apresurar al aire a consumir este cuerpo, que tanto amor siente por todo lo finito.


Allá lejos se ve santiago gigante. No diferencio su color del de la noche, púpura sangre de luces y contaminación. Alguna sirena suena a lo lejos. Alguien se debe estar muriendo, o algún tipo se escapa cagado de susto de los pacos que lo pillan. O vaya a saber uno, me pregunto, por cuantas terribles boberías puede sonar una sirena en esta ciudad.


¡Que frío!

Me paro del borde de la fuente, y pienso que ya es hora de volver. Los perros advierten la señal, giran en 180º el rumbo de su trote, y aceleran para sobrepasarme nuevamente. Siempre les gusta ir primeros. Anticiparse, ir adelante. Los veo hacer esto, y pienso que mi alma debe tener ojos y patas de perro. Pequeños y sumisos. Torpes y ruidosas.


Llegamos a la casa, y la Meche, como siempre, me agradece el paseo con cómicos saltos. Yo extiendo mi mano y toco su frente para decirle que amo hacerlo (sacarlos a pasear, libres cuando no hay nadie en la noche, sin collar) y que su agradecimiento es bienvenido con una sonrisa gigante en mis labios y mas aun en el corazón. De paso me lame las manos. Una costumbre bastante desagradable la mayoría del tiempo. Pero a estas horas de la noche y en estos tiempos de mi alma, un gesto simplemente adorable.

Los perros ya acostumbrados, una vez abro el portón, se guardan solos. No me doy ni cuenta y ya me han hecho sonreír de nuevo.


Giro la llave, y abro con cuidado. En esta casa todos duermen ya. Cuelgo la llave, me sirvo un vaso del último concho de coca cola que queda de la tarde. Me vengo al PC a estar un poco más solo y escribir alguna cosa.

Y es entonces que decido escribir acerca de esta noche. Esta noche y todo un día terrible y bello que se me acaba con este punto final.

viernes, 17 de julio de 2009

We can

Raudo

que pasa
manga de perros compadres vagabundos
todos en torno a la perrita de turno
a ver si les toca parte de la bacanal
fui fui!
que pasa perros ustedes otros
algún bocadito en el basurero?

venga, venga!
perros vagos compadres
llenos de pulgas y garrapatas
fui fui fui!
que paso raudo en la bicicleta
porque está frío
aunque ande con chaqueta

que pasó perros compadres vagabundos
nacidos de la inconciencia
nada sabían sobre vosotros
el califa padre
y la madre perra
cuando los llamó el ufano instinto
ese que no contabiliza pedigree ni raza ni cultura
sexo loco no mas
crápula y premio del desposeído
del que ignora que lo que hace
da vida en el futuro
no analiza

a lo pobre
reventar antes que sobre
decía con inusitada sabiduría mi obrero padre


bueno
les digo
peludos compadres hambrientos y huesudos
que si bien
no llamo a mi padre califa
ni a mi madre perra
soy, como ustedes, de muy similar estofa
aquí estoy nacido
nadie me preguntó ni una cosa
no elegí ni lugar ni dios ni color ni nada
un día solo y desposeído
en manos de un científico loco
me sangró el ombligo y
supe que lo que está allí afuera
es así no mas poh
lo que te toca te toca
no te avisa
la cosa
no es mas que mera


mis padres no sabían
dios les dijo
no como sugerencia
mas bien como mandamiento/condena
que hincharan de críos la tierra
pa que así esté lleno de hambre
de mano obrera
carne de cañón pa la guerra
de pagadores de diezmos
pa llenar las morbidas alacenas
de curas obispos ancianos

así sin mas llegué yo a este mundo
compadres perros
crecí en ignorancia y en miseria
pero al menos
no me faltó ni pan ni salud ni cariño
por eso me detengo aquí
con este puto frío gris citadino
a esta hora en esta pobla
pa darles un poco de lo poco que yo tuve y aun tengo
y pa contarles
que cuando los miro a los ojos
a la luz del sodio o de la plata
veo lo mismo
que veo en el espejo


amigos compadres vichicomes perros
me gustan mas los gatos
pero vosotros
sois mis camaradas!

si encuentro tus ojos te tengo

el sol le pudo a la neblina
y el pasto relució verde

adornaban la desnudez
del liquidámbar sus semillas

yo tomé una
y pensé regalártela
ofrendarla a tu muerte

extraña la familia
que me acompañaba
ninguno consanguíneo
pero todos
a veces inexplicables
amores


ofrendar la muerte de aquellas flores
a tu muerte
y traerte a la vida
al ver tu nombre

no existirá nunca más
una configuración de piel, aromas y voz
como la tuya

ya nada llevará tu nombre
pero nosotros si tu amor
el recuerdo de tus efluvios
de tu luz


seguro deformaremos tanto
en nuestro anhelo

seguro la distancia
exagerará ciertas profundidades

pero también es inevitable
que la distancia
borre los dolores


y justamente
me aterra esto
perder este dolor


no he vivido belleza más profunda
que estos desamores


es tesoro

toda esta

tristeza

jueves, 16 de julio de 2009

Por qué

si rompo las razones
se desbordan no palabras

se derraman visiones


la poesía me permite

traducir ciertas cosas

al español



que disparate
que creído y atrevido

creerse capaz de tal hazaña


justamente

por eso

lo hago



soy sedicioso y buena onda



no me jodas

con tu praxis

Lección de vida

I

me salvó la poesía
de no morir de pena
la vez que me dejaste

y me dejaste
precisamente
por la poesía
de otro

yo gracias a esa poesía
encontré otro amor


II

y este mismo amor me anunció
que anticipaste tu muerte


III

y luego vino un nuevo abandono

y ahora escribo
sin más pretensiones

que hacer dulce y atenta

esta soledad


tal vez logre
armar un verso

que al cerrar los ojos

me de uno

de tus besos

Semilla

veinticinco años de vida
y tu en ocho horas
ya eres un brote de cinco centímetros

cuanta energía explosiva

que maravilla

y pensar
que te he dejado morir

pero
qué pude haber hecho yo?

yo no puedo controlar el frio

que te ha asesinado


esperaré entonces

el sol de primavera


para que brotes radiante

y hagamos el amor

Amor imposible

hazme daño
que escribiré bellezas

pero
por sobre todas las cosas

no me mientas

Mago

quiero escribir
pa sentir la vida

los versos
aveces
conjuros poderosos


de la soledad y oscuridad más profunda
hacer aparecer una luz
una mirada
un resplandor transparente


del vacío absoluto


un candor

Cosechando traumas

me caigo y caigo
sin ver un fondo

el tiempo
sin tiempo
de tu mirada

yo hablo entonces
percibes bellezas
pero nada
abrazas

el entendimiento
por el sentimiento
no siempre se almacena
en palabras
capaces de aprehender


nadaste en mis aguas
yo también
en las tuyas

que extraños
estos tiempos

consumimos y deshechamos
no solo cosas

también amores

que nunca volveremos
a vivir

Comienzo

textos
los ojos

un vacío que absorbe
un color que presenta
un blanco que contiene
párpados, cejas, pestañas, cuencas
que expresan

imposible es mirar ambos a la vez

yo alterno la mirada
de un lado a otro

no vaya a ser que uno me mienta

o que me pierda
aquella mirada
que tanto espero

la mirada
que invita

esa que antecede

a tu boca

miércoles, 15 de julio de 2009

Escenario

muchas líneas idénticas
apiladas todas
las cosas

y todas juntas
infinitas
una al lado
de la otra

todos los colores en cada una
revueltos

todas son grises
y un telón gris
también infinito
forman

y el telón
infinitos fotogramas
periódicos

un ojo
una conciencia
un miedo
una belleza
una chispa

destruye una sola línea
una hebra

y el velo se desraja

todas las palabras
colores
penas
tristezas
vida
muerte
órbitas
distancias

todo es lo mismo

yendo en distintas dimensiones


y
pedaleando sobre mi bicicleta
el frío ya no es frío
y mi pena de amor
tan enorme
dolorosa

se transforma
en una belleza infinita de cristal


no podría decir entonces
si estas lágrimas son de pena
o alegría

lo que si podría decir
es que son de amor

martes, 14 de julio de 2009

Ventana periódica

la piel es
se ve pero el espacio
es como piel negra
color invisible intangible

lo mismo mi piel

el alma
ego mortal

el almas allá
o más acá
o relativamente en todo el big bang
o en un bit

teta júpiter
marte deprimiedo

andrómeda enamorada
sagitario impresionante
pero fome cercano

tonta inconciencia
la ciencia

lindo el cielo

solo negro y estrellas

sueño y candor

antes de saber

Perdí la ruta

Repetitívamente, estancado. Pensamientos aglutinados: la luna triste, el mar que azota, y ese gordo sol.
Amo las plantas, pero nada significa ese amor. No basta con la definición de la palabra.

Puedo hablar con ellas, conocer su esencia verde, beber de su alma, y sin embargo, allí están marchitas, en sus maceteros secos.

Yo contemplo su muerte, aséptico, casi curioso, y otros lloran estos y otros decesos.

Tengo, sin embargo, sin explicación ni paz, el recuerdo de grandes llantos. Unos frente a todos sus ojos buscando pacificar los míos, y los únicos que quería mirar, ya no se abrirían más.

“Es un extrañar de las bellezas” trato de entender. La vida se da sola, la muerte también.

Pero no siempre se abrirán para uno, aquellos negros y estos azules, ojos.

Dicotomía

celeste dos ojos
cual cielo en calma
llenaba de esperanza el alma
de este vichicome el corazón

valizas un amor vio plasmar
y todo ese gran mar
testigo fue

he presentado a mis amores entre ellos
frente al mismo mar
todos se han ido

será la murga acaso
el carnaval, el tronar de los tambores
el mate o esta tranquilidad sin anhelos

dará miedo o claustrofobia
que yo no lo tenga?

ya son muchas las noches
sin ver la luz del faro

apenas me alegran y sorprenden
ciertas noctilucas


he de entender
tragándome el dolor
que toda esta oscuridad
es lo que importa
en verdad

será esta vez
mucho más que 12 segundos

ire y dejaré
mis ropas en la arena

tal vez encuentre allí
nadando en la sal
a la que supo tu boca
nuevamente
quel aroma

miércoles, 8 de julio de 2009

Autoretrato I

Flaco, barba corta y rala, ojos hundidos y nariz grande. Si es sesgada la luz, mi cara será un alto contraste.

¿El pelo? Por lo general largo, tapando grandes entradas. Es más mi envergadura de brazos abiertos, que mis uno ochenta y algo de altura, y tengo, creo, una digestión privilegiada. 70 kilos, a veces menos, sibarita y diletante; busco placeres en la cocina, en la guitarra, el canto, la poesía, la cama y en las miradas y palabras de ciertas conversaciones.

Mi ego es grande, enorme, tiene voz potente y es un hijo de puta, pero no le esquivo la mirada ni tapo mis oídos ante sus estertores. La luz del día, y de ciertas miradas, lo apacigua.

No puedes destruirlo...

¿Respiraste? Te seguirá toda la vida.

Más vale conocerlo.

Hay algo en lo oscuro que brilla

quién puede entender
como se toma la decisión
de volverse completamente loco?

ante todas las alternativas
y una larga vida por delante
se opta por la belleza de ciertas tragedias

es un misterio
qué es ese abrigo del vacío?
qué es ese candor?

los siquiatras dan pastillas
los doctores antibióticos
los jefes dinero

la media noche
es invierno
santiago solo solo
o yo no más
o quién

qué puede darme la medianoche?

saldré a buscarlo
como antaño

bajo los faroles
soles de sodio


sin amores
con amor