I
una extraña miasma se desbanda
acaso siempre estuvo
las cosas
las líneas sus contornos
el prisma y el color
recorre el río
su camino inevitable
pero todo es circular
las cosas y sus nombres
tienen magia y propósitos
hay en cada palabra
un ego que se ignora
sin edad
una vibración
que dice que todo es
sin decir nada
un eco de compás imperceptible
que a veces se equivoca
y es entonces que he creído
ver a los dioses
trabajar
II
hubo un cordón otro
el alma tenía ombligo
entrelazado con el total
hilo que recorre todo el espectro
lo blanco y lo negro
todo el telar de muerte serena
el día que supe mi nombre
y que hay otro
detrás de cada ojo
comenzó la vida
aquel escape
siempre frustrado
salvo por dioses y fantasmas
el corazón es un sonar
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