soledad de estrías
cicatrices de la memoria
rala es mi barba
y a mis plantas
es tiempo de podar
un fantasma
se me derrama
en hojas o canciones
creciendo en ramas
tela harapos y jirones
una tierra gris
donde melancólicas lombrices
horadan mi corazón de barro
que es eso?
florece reverdese
seca
cae
se desentrama
ama el alma
canta en soledades
un mantra que amamanta
un niño fecundado
no nacido
no hay vagina rasgada
que lo asome a la vida
para estrenar su llanto
apenas unos papeles
apenas el canto
a veces tan solo un silencio
solo un mirar
martes, 22 de diciembre de 2009
sábado, 12 de diciembre de 2009
Para los dos
que triste es, mi vida
que triste esta visión
sobre mi recuerdo
ojos negros
de lágrimas perennes
cómo los quise!
y se han ido para siempre
y han quedado para siempre
intocables
acaso toqué tras ellos una vez?
acaso tuve tu frío?
espero, al menos
que hayas sido feliz
creo que a ratos
lo fuiste mucho
debo reconocer sí
que fue más tu llanto
tu dolor de abismal belleza
de aquella soledad de cristal
tu alegría ultrajada
lo que se ha quedado conmigo
y aunque duele como entonces
ni hoy
ni en aquellos tiempos
de tu blanca piel
de tu salto ágil de gata nueva
abierto para mi encuentro
ni aun entonces
ni hoy
pude yo encontrar la herida
ni encontrar palabra alguna
que definiera
lo que tú en mí
tal vez
conciente de aquello
nos engañaste
con tu falso fin
yo aun me sigo cayendo
aunque mi piel y la gravedad lo olviden
mi alma aun conserva tú frío
y perdura mi ira
contra las causas y causantes
de tu dolor
pero mi alma se cae
en la oscuridad de tus negros
cabellos, ojos, versos
de tu noche negra
que donde yace
al menos parte
de tu piel y nombre
como la primera vez
y en esta confusión
de dolor hermoso
no sé porque te busco
en estos versos
ni en el arrebol distante
de las nubes
que se van
yo quiero
que dancen los fantasmas
y llorar como aquellas veces
en que tu tristeza sin límites
fue mi vida
fue mi amor
mi felicidad
que triste esta visión
sobre mi recuerdo
ojos negros
de lágrimas perennes
cómo los quise!
y se han ido para siempre
y han quedado para siempre
intocables
acaso toqué tras ellos una vez?
acaso tuve tu frío?
espero, al menos
que hayas sido feliz
creo que a ratos
lo fuiste mucho
debo reconocer sí
que fue más tu llanto
tu dolor de abismal belleza
de aquella soledad de cristal
tu alegría ultrajada
lo que se ha quedado conmigo
y aunque duele como entonces
ni hoy
ni en aquellos tiempos
de tu blanca piel
de tu salto ágil de gata nueva
abierto para mi encuentro
ni aun entonces
ni hoy
pude yo encontrar la herida
ni encontrar palabra alguna
que definiera
lo que tú en mí
tal vez
conciente de aquello
nos engañaste
con tu falso fin
yo aun me sigo cayendo
aunque mi piel y la gravedad lo olviden
mi alma aun conserva tú frío
y perdura mi ira
contra las causas y causantes
de tu dolor
pero mi alma se cae
en la oscuridad de tus negros
cabellos, ojos, versos
de tu noche negra
que donde yace
al menos parte
de tu piel y nombre
como la primera vez
y en esta confusión
de dolor hermoso
no sé porque te busco
en estos versos
ni en el arrebol distante
de las nubes
que se van
yo quiero
que dancen los fantasmas
y llorar como aquellas veces
en que tu tristeza sin límites
fue mi vida
fue mi amor
mi felicidad
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